Escucha activa y participación como base de cambio
Acceso, diálogo y participación son la base de la comunicación para el desarrollo.
El principal objetivo de la comunicación para el desarrollo es lograr que las personas y sus comunidades se apropien de los procesos de cambio social y puedan participar en el diagnóstico, la formulación, la planificación y la evaluación de proyectos, así como en la puesta en práctica de estrategias basadas en el diálogo y la negociación.
La comunicación para el desarrollo es un proceso que incluye la escucha activa, la labor de crear confianza, dialogar, compartir conocimientos y habilidades, establecer políticas, debatir y aprender, a fin de lograr un cambio sostenido y significativo.
En ese sentido los procesos de comunicación son fundamentales para ampliar las prácticas de empoderamiento, a través de las cuales las personas consiguen entender por sí mismas asuntos públicos, considerar y debatir ideas, negociar y participar en iniciativas de ámbito local, regional y nacional.
La comunicación para el desarrollo exige para su práctica la combinación de herramientas de conocimiento interdisciplinario y las experiencias culturales de las poblaciones que habitan los diferentes territorios en un contexto local y global.
La comunicación para el desarrollo también es fortalecer el acceso a las redes de nuevas tecnologías con la meta de contribuir a la igualdad de derechos y construir espacios de aprendizaje y tolerancia donde se valoren el yo, el otro y el nosotros.